viernes, diciembre 17, 2010

MALVALOCA


Autor: Serafín y Joaquín Álvarez Quintero, comediógrafos; 1871-1938 y 1873-1944, respectivamente.
Otras obras: El patio, Los galeotes, El genio alegre, Las de Caía Amores y amoríos, Doña Clarines, Puebla de las mujeres, Cabrita que tira al monte, Cancionero, La boda de Quinita Flores, La patria chica (teatro); La reina mora (libreto).
Género y corriente: Drama costumbrista en prosa.
Estructura: Está dividido en tres actos.
Sinopsis: Salvador ha sufrido graves quemaduras en la fundidora de Leonardo, su socio, amigo y compañero de trabajo, e ingresa en el asilo del antiguo convento del Carmen, a cargo de la Congregación de las Hermanitas del Amor de Dios, para curarse.
Malvaloca, joven bella, graciosa, jovial, pueblerina, muy generosa y llena de bondad, pero con un pasado bastante azaroso, enterada del accidente, visita a Salvador, un antiguo amor suyo, a quien hace tiempo no ve. Allí conoce a Leonardo, hombre sencillo, serio y varonil, ambos simpatizan de inmediato y se enamoran.
Como hace años está rota la campana del convento, llamada popularmente la Golondrina, Leonardo y Salvador, agradecidos por los cuidados que las monjas han prestado a este último, prometen arreglarla refundiendo su bronce para devolverle la antigua pureza de su sonido.
Un amor verdadero y profundo transforma la vida de Leonardo y Malvaloca, a tal punto que aquél, prendado de la bondad y hermosura de la chica, tanto como apiadado de su desgracia, quiere hacer de ella una mujer sin pasado, refundirla como a las campanas, según dice la copla andaluza:
"Merecía esta serrana
que la fundieran de nuevo
como funden las campanas."

Y promete a su amada: "¡Te perdonarán todos! ¡Te respetarán todos! ¡Es ya loco empeño de mi vida! ¡Todos olvidarán lo que fuiste!" Y Malvaloca piensa llorosa: "¡Quién fuera de bronce como ella!"
Llega por fin el día cuando, con motivo de la procesión de Nuestro Señor de las Espinas, muy venerado en el pueblo, va a sonar de nuevo "la Golondrina refundida. Malvaloca va a casa de su amado para ver pasar el cortejo y allí sufre los desaires de las amigas de Juanela, hermana de Leonardo. Éste, lógicamente, defiende a Malvaloca, pero al mismo tiempo siente terribles celos de su pasado con Salvador, cosa que lo atormenta y no puede olvidar. Salvador intuye esto, y les hace saber que se irá del pueblo para no perturbar con su presencia el amor de la pareja.
En la última escena de la obra, Leopardo y Malvaloca, abrazados y llorosos, llenos de dicha y también dolidos por la pasión que los une y hace sufrir, escuchan los primeros repiques de la Golondrina, la misma de antes pero a la vez distinta. Leonardo abraza a Malvaloca más estrechamente aún y, estremecido, exclama "¡Canta el amor de todos! ¡Su voz tiene para mi corazón un oculto sentido! ¡Yo también fundiré tu vida al calor de mis besos, con el fuego de este loco amor, tan grande como tu desventura!" Mientras tanto, la Golondrina, simbólicamente, repica alegre y victoriosa, "anunciando a los campos y al pueblo que nace a una nueva vida".
Malvaloca, una de los dramas más representativos de los Álvarez Quintero, se estrenó en 1912. Escrita con el gracejo andaluz y la soltura inimitable de estos autores, la obra posee muchos aciertos: los ambientes, la creación de personajes y las situaciones dramáticas; su desarrollo escénico es magistral y el diálogo tiene una fluidez cargada a veces de poesía, en los momentos más conmovedores de la trama.
Algunos críticos han comentado del teatro de los Álvarez Quintero que es el "de la bondad y de las mujeres".

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