viernes, junio 17, 2011

El capitán de Köpenick

EL CAPITÁN DE KóPENICK.docx

Autor. Carl Zuckmayer, dramaturgo y novelista; 1896¬1977.
Otras obras: El viñedo alegre, Katharina Knie, El general del diablo, Cántico en la hoguera (teatro); SaIware, Dueño de la vida y de la muerte, etcétera (novela).
Género y corriente: Drama social.
Estructura: Está dividida en tres actos, con un total de 21 escenas: siete, seis y ocho, respectivamente.
Sinopsis: La intención del autor es desarrollar en la escena un hecho real acaecido en Berlín varios años atrás, aunque, más que la fidelidad histórica, le interesa destacar los motivos que tuvo el protagonista para realizar su acción.
El zapatero Wilhelm Voigt, de 46 años de edad, acaba de salir por segunda vez de la cárcel. Cuando pretende encontrar empleo, es presa de los terribles trámites burocráticos: sin residencia no le dan trabajo, y si no tiene trabajo no le dan permiso de residencia. Un funcionario le niega el pasaporte alegando que no es competente, de esta manera Voigt se encuentra en la angustiosa situación de no tener personalidad legal con todas sus consecuencias.
Furioso y desesperado, asalta la comisaría de policía para procurarse un pasaporte, pero es atrapado y se le condena a diez años más de presidio. Cuando de nuevo es puesto en libertad, el zapatero ya tiene experiencia. Como las autoridades se niegan de nuevo a darle documentos y hasta lo expulsan sin contemplaciones, Voigt recurre a la magia del uniforme, a sus conocimientos militares adquiridos en la cárcel y, sobre todo, a los "adoctrinamientos" del director del presidio. Compra a un ropavejero un gastado uniforme de capitán, se lo pone en el baño de una estación del tren, y de inmediato se complace en el andén con el respeto que inspira a los funcionarios.
Con la seguridad proporcionada por su nueva imagen, se lanza a una serie de audaces acciones: toma el mando de un destacamento de guardia, ocupa el Ayuntamiento de KÓpenick, detiene al alcalde y se apodera de la caja fuerte. Sin embargo, tampoco esta vez consigue el documento pues en esa ciudad no se expiden pasaportes. Decepcionado, ordena a los soldados regresar al cuartel.
La noticia del singular asalto se difunde rápidamente. Todo el mundo está a favor del zapatero. Incluso, el emperador no disimula su satisfacción. La policía busca en vano al autor entre antiguos soldados. Voigt, vestido ya de civil, se presenta en la sección de pasaportes de la jefatura de policía de Berlín y se identifica como la persona buscada. El funcionario le promete un pasaporte como recompensa. La policía está interesada en saber cómo pudo realizar ese asalto sin haber servido en el ejército; él les responde que todo se lo debe al uniforme, el cual, la mayoría de las veces, "hace las cosas por sí solo".
Cuando el zapatero vuelve a ponerse el uniforme, por sugerencia de los policías, y se contempla en el espejo, no puede contener la risa, "una risa nueva, grande, libre y fuerte".
Esta obra de teatro significó uno de los mayores éxitos para su autor. La recreación de personajes y de ambientes, el vocabulario empleado según la condición social de cada uno, la graciosa sátira de que está salpicada, hace de ella una valiosa y divertida pieza literaria.

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