viernes, febrero 04, 2011

DIOS EN LA TIERRA

Autor: José Revueltas, escritor, narrador y guionista de cine; 1914-1976.

Otras obras: Los muros de agita, El luto humano, Los días terrenales (cuentos); Israel (teatro); Dormir en tierra (novela); La otra, El apando (guiones cinematográficos).

Género y corriente: Cuento realista moderno. Estructura: No presenta divisiones.

Sinopsis: En un apartado pueblecito, la gente se encierra en su odio recalcitrante negándose a escuchar razones y menos a intentar el diálogo con cualquier enviado gobiernista. Su obstinación es total: antes la muerte que transigir. Ninguna ayuda darán a las autoridades, a las tropas ni a los moderados, sintiéndose convencidos de estar acatando los deseos de Dios, transformado por ellos, en su cerrazón e ignorancia, en una divinidad implacable, aterradora y sorda a la misericordia.
Los soldados míseros, inexpertos e ignorantes, tienen la difícil tarea de perseguir a los fanáticos cuyo odio ubicuo se hace presente a cada instante. En cuanto llegan a cualquier población, las puertas se les cierran, nadie les da o vende alimentos ni les proporciona agua; asimismo, ninguno les dirige la palabra y los más audaces se atreven a disparar sus carabinas contra aquellas cansadas tropas que cuando claman por comida reciben por toda respuesta el "grito como un aullido de lobo perseguido, de fiera rabiosamente triste: ¡Viva Cristo Rey!"
Los oficiales ordenan proseguir la marcha a través de campos quemados intencionalmente para que el ejército federal no encuentre descanso, ni abrigo, ni aliento ni semilla".
Ni agua quieren dar los rencorosos pobladores a esos soldados sedientos, porque, según la gente, eran enemigos de Dios.
Cuando entren al pueblo, sus habitantes se encerrarán en las casas, sin dar la cara. La sed tortura a la tropa, cuyo jefe, el teniente Medina, obtiene la promesa del maestro del pueblo para darles de beber. Aquel confía en que la cumplirá y lleva a sus hombres hasta un aguaje.
En efecto, el maestro los conduce al agua; pero al grito de "¡Viva Cristo Rey!, el pueblo en masa, enfurecido y profiriendo alaridos, se apodera del maestro, lo rodea aturdiéndolo con maldiciones, llamándolo traidor porque dio agua a los "federales". Aquella masa informe, poseída de odio, empala al desdichado maestro y lo deja convertido en un trágico espantapájaros balanceándose al viento "que ya corría llevando la voz profunda, ciclópea, de Dios, que había pasado por la Tierra".
Este relato, publicado en 1944, pertenece al volumen de cuentos al cual da título; se refiere a uno de los muchos episodios crueles acaecidos durante la llamada "rebelión cristera", cuando el gobierno del presidente Calles se propuso circunscribir la influencia de la Iglesia católica a los estrictos límites previstos por la Constitución de 1917, y se topó con la resistencia de un importante sector de la sociedad mexicana, principalmente en el Bajío.
Mientras la jerarquía eclesiástica solicitaba moderación a los feligreses y buscaba vías para solucionar el conflicto, no faltaron voces interesadas que atizaron el fanatismo popular e incitaron a la rebeldía contra el gobierno. De ahí surgió la lucha armada.
Como todas las obras de Revueltas, este cuento es una denuncia de la condición humana, cuya crueldad hacia sus semejantes no conoce límites y para la cual encuentra toda clase de justificaciones y disfraces.
Los verdaderos protagonistas de esta tragedia son el odio fanático, la intolerancia y la maldad, llevados hasta sus últimas consecuencias, a los que se les da rienda suelta en el relato enmascarándolos con el ropaje de la religión, y precisamente de una que postula la mansedumbre y el amor al prójimo.
Revueltas, hombre íntegro, radical, pone en evidencia semejante contradicción por medio de este relato de desarrollo lineal, lenguaje vigoroso y de terrible intensidad.
La palabra "odio", reiterada a cada paso, le permite transmitir al lector toda la carga de crueldad e incomprensión que domina en el relato, motivada por la ignorancia de la gente.
Dios en la Tierra figura, con sobrada razón, entre los mejores cuentos escritos en lengua española, tanto por el estilo expresivo, parco y eficaz de Revueltas, como por su mensaje siempre vigente.

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